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Hoja con protocolos para imprimir
Protocolo contra autismo; desparasitación y desoxidación
Actualmente el autismo está siendo considerado como una pandemia. Hace 10 años atrás, 1
niño cada 150 era diagnosticado autista, hoy la cifra ha aumentado a 1 cada 80 niños (1
cada 50 en el caso de los hombres), es decir en 10 años las tasas de autismo aumentaron en
un 78%. La genética no cambia en 10 años.
El espectro autista abarca (en resumen, porque hay otras sub diagnósticos actualmente) a
los Asperger, TGD (Trastorno Generalizado del Desarrollo), Autistas propiamente dichos e
Hiperactivos. Los TGD, por ejemplo, es una forma de definir a niños que presentan
algunas conductas autistas, pero otras no. Por ejemplo, hacen contacto visual (la falta de
contacto visual, es parte de las características de un niño autista), pero tienen estereotipas.
O son muy cariñosos (se supone que los niños con autismo, no presentan interés afectivo),
pero no hacen contacto visual, etc.
Algunas de sus manifestaciones más conocidas
Otra coincidencia entre los niños con autismo son sus síntomas gastrointestinales: son
diarreicos o estíticos, se hinchan, les duele el abdomen, sus heces son muy ácidas y muchas
con comida sin digerir, son obsesivos hacia ciertos alimentos, lloran por hambre, sienten
hambre voraz, son obesos o muy flacos, son bajitos, tiene anemia, falta de zinc, magnesio,
hierro, etc. También sufren de dolor de cabeza y de los músculos, sufren de inflamación
cerebral, son “blanditos” muscularmente. Son letárgicos o hiperactivos, chillan los dientes,
les pica la nariz y el ano, no duermen de noche, muchos no regulan esfínter y muchos no
tienen movimientos intestinales, etc.
Estamos frente a niños “con conductas autistas”, ya que estamos frente a niños intoxicados
Protocolo para limpieza de hígado y vesícula para evitar cirugía